domingo, 28 de abril de 2013

CRISIS DE ESPIRITUALIDAD EN OCCIDENTE Y UN ACERCAMIENTO A LAS ESPIRITUALIDADES ANCESTRALES[1]





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1. Algunos conceptos teóricos
                                                                                                  
Aunque al partir de herramientas teóricas ya se cae en el error de ver como punto de partida la  racionalidad occidental moderna vamos a utilizarlas para un mejor entendimiento de la temática puesto que nuestro ser está   acostumbrado a esta forma de conocimiento.

En principio creo que el tema de la espiritualidad tiene que ver con la identidad del sujeto/a, es decir que en la medida de que se reconozca en algo o alguien (Cirese, 1976, citado en Giménez, 1994) el sujeto/a construye su mundo simbólico, es decir su propia subjetividad, se trata de un espejo en el cual reflejarse y considerar como una verdad, su verdad. Sin embargo, el concepto de identidad voy a enfocar desde la corriente sociológica del interaccionismo simbólico (Blummer, 1937; Goffman, 1959)

que lo concibe como un elemento humano con movilidad y plasticidad que varía de acuerdo a las distintas interacciones sociales, por lo que posee un carácter procesual y no estructural y por tanto, permanentemente dinámica. De ahí que pueda cambiar en el tiempo y esta dinámica es inherente a todo el universo, obviamente incluyendo al ser humano.

Por otra parte, otro pilar fundamental en esta estructura del ser constituye la cultura, concepto que proviene de la antropología (Geertz, 1987) y es concebido como un sistema simbólico en el que los significados o sentidos de las cosas son transmitidos históricamente y son encarnados en formas simbólicas en el imaginario individual y colectivo que constituyen sus códigos de expresión. Por ejemplo, en el tema de la transición de la vida a la muerte, según la psiquiatra suiza Elisabeth Kübler-Ross   (1981), cuando se está recorriendo el camino hacia el otro lado el sujeto/a que se encuentra en esta transición se relaciona con imágenes propias de su mundo simbólico construido en vida (formas que son parte de cada religión y/o espiritualidad). Pero como la identidad es procesual y dinámica se puede ir construyendo un tejido interidentitario y por tanto intercultural, es decir que el paso no sería transcultural sino inter, ya que permanecen algunos símbolos y se aprenden y aprehenden otros; por lo que pueden convivir en un mismo sujeto/a al mismo tiempo, elementos simbólicos similares e incluso opuestos. Es muy importante recalcar que esto no se entiende con la mente racional sino con la mente superior intuitiva.

Finalmente, como último pilar de esta estructura está la espiritualidad que fundamentalmente está relacionada con la trascendencia del sujeto. Se debe destacar que este concepto ha sido poco trabajado por la racionalidad occidental académica, es más se ha tendido a negarla por no proporcionar ninguna evidencia ante la ciencia, cuyo principal paradigma constituye la objetividad o la supuesta objetividad de las cosas. Uno de los únicos estudiosos de occidente que ha abordado la espiritualidad es Foucault, que la define como una búsqueda de la verdad que ilumina al sujeto y perfecciona el espíritu, y en mis palabras, el espíritu a través del que habla el Gran Espíritu (fuente vital) y transmite su mensaje a la sociedad.

2. Mente racional y mente racional intuitiva

Como parte del título de este trabajo es crisis de la espiritualidad en occidente,  en base a los conceptos anteriores una pregunta podría ser. ¿En qué momento se entró en esta crisis en occidente? Para ello habría que preguntarse si el mensaje de las religiones que son parte de las culturas de occidente coincide con las formas de vida propias de la cultura occidental (menos contacto con la naturaleza, mercantilismo, consumismo, violencia, ambición de poder, discriminación de culturas, de clases sociales, de género, etc.). En tal sentido, la vivencia de la fe es coherente con este estilo de vida?

Para no alargarme prefiero centrarme en la filosofía vivencial de un código de valores éticos y morales de las culturas ancestrales, pero que no pasa por el sujeto/a de raíces indígenas[2] que vive en la ciudad sino, ante todo que vive en comunidad y en relación con la naturaleza, y más precisamente, en el conocimiento vivencial de los Mayores o ancianos que, por cierto ya están muriendo, es decir de los sabios llamados en la cultura andina: yatiris (aymara) o amawt´as (quechua) quienes constituyen la autoridad para regir éticamente a la comunidad aconsejando a las autoridades y a toda la comunidad.  En realidad estos ancianos y ancianas sabias existen en varias culturas ancestrales, no sólo de Bolivia sino de todo el mundo pero mi experiencia directa es con la cultura andina, y haciendo una comparación entre ellas, en la esencia el mensaje prácticamente es el mismo, aunque existan variaciones en las formas.

Lo que caracteriza a estas personas es que, justamente poseen un conocimiento directo, intuitivo (los tinkazos o corazonadas, el sentimiento, la percepción). Este conocimiento se viene a constituir en sabiduría ya que está compuesto de señales, destrezas y vivencias, al contrario de occidente, donde el conocimiento sobre todo es libresco y académico, y no tanto vivencial. A la persona que posee este tipo de conocimiento (Weber, 1964) va a denominar mágico – religioso, no institucionalizado (no se trata de una iglesia como institución donde la carrera se la hace mediante el estudio si bien comienza por lo que se denomina vocación religiosa). El mago es aquella persona señalada,  sin embargo cada persona posee un mago interior pero muchas veces no somos concientes de ello (pues se trata de un despertar espiritual) la mente racional occidental obnubila el conocimiento directo a la fuente vital y evita que la persona sea portadora del mensaje del Gran Espíritu a la sociedad.

Entonces lo que yo puedo contarles son algunas características de esta visión cosmológica que tienen las culturas andinas para percibir la diferencia con las culturas occidentales y con las iglesias de occidente que en un principio también tuvieron una estrecha relación con la naturaleza.

2.1 ¿Quiénes son los yatiris?












Don Andrés Huanca  Don Feliciano Quispe  Don Sebastián Quispe. Comunidades de Tiwanaku

Son los maestros ritualistas y poseen las siguientes características:

Ø  Viven en la comunidad rural.

Ø  Son agricultores, por tanto están en PERMANENTE RELACIÓN CON LA NATURALEZA.

Ø  Generalmente son ancianos, por lo que se los denomina Mayores.

Ø  Tienen mayor experiencia. Han “caminado más”, son jaq´i (persona).

Ø   Están marcados por alguna señal de la Naturaleza.

Ø  Realizan prácticas sincréticas (entre ofrendas andinas y católicas).

Ø  También hay mujeres ritualistas y ellas se denominan Mama T´allas.

2.2 Principios importantes para los maestros ritualistas

Ø  Si se descubre que se tiene las señales de la Naturaleza y se aprende a leer en coca NO SE DEBE LEER ASÍ NOMÁS, SIN PERMISO porque todo puede volverse contra el yatiri y para la persona que está leyendo ya que se trata de una relación simbólica ritual con las fuerzas superiores mediante el espíritu de la coca.

Ø  La mayor señal es haber sido tocado por el rayo, si han sido tocados en martes o viernes están destinados a ser Maestros de la oscuridad o layqas (brujos).  Si han sido tocados en lunes, miércoles o jueves es para servir a la Pachamama. Si es en sábado o domingo, es para SERVIR A TODOS.

Ø  Si se han iniciado en un lugar sagrado son consagrados como MAESTROS DE LA CLARIDAD. Si se lee y ofrenda sin permiso son MAESTROS DE LA OSCURIDAD. También hay lugares específicos para iniciarse para hacer el mal.

Ø  Para pedir permiso DEBEN HABERSE INICIADO en un lugar sagrado o WAK´A por OTRO MAESTRO INICIADO hasta llegar al JACH´A ACHACHILA. Para los Maestros de Tiwanaku es en la iglesia de Waqui (no importa el sincretismo sino el LUGAR, TAMBIÉN MARCADO POR LA NATURALEZA: este es el holismo).

Ø  En el sincretismo, lo importante es la ESENCIA y no la forma, por ello los Maestros de Tiwanaku trabajan con la energía del RAYO que se denomina: Illapa, Tata Santiago o Arcángel Miguel.

Ø  Existen grados entre los señalados por la Naturaleza, los yatiris son sabios y por tanto unen el cielo con la tierra. Deben tener BUEN PENSAMIENTO.

2.3 Sentido de las peticiones a las Illas,  Ispallas[3] y deidades ancestrales


Don Policarpio Flores (yatiri de Qaluyu – Tiwanaku

Ø  Que no nos hagan faltar nada para estar COMPLETO (en todos los planos: material, emocional, mental y espiritual). Tener armonía.

Ø  Que nos den un BUEN CORAZÓN (buen pensamiento, sentimiento y accionar).

Ø  Que nos den CH´AMA  (valor y coraje y que nos quiten el temor).

Ø  Que nos den MIRADA Y PASO FIRME.

Ø  Que nos den QAMASA (fuerza psicológica para tener valor y coraje: ch´ama).

Ø  Que nos den QAMASA para PONERSE DE PIE Y CAMINAR JUNTOS COMO UNO SOLO.

2.4 Significados y códigos de ética  en la cosmovisión de los yatiris

Ø  Se debe ser bueno/a ya que el malo/a tarde o temprano cae por su propio peso. Es la ley de la Naturaleza, y también es precepto de culturas orientales, denominándose karma.

Ø  Se debe respetar a todo ser de la Naturaleza ya que es un ser vivo como nosotros.
Ø  Se debe actuar en comunidad mediante la ESCUCHA, EL DIÁLOGO (a esto ayuda la coca Inalmama[4]), Y EL CONSENSO, y no por imposición.

Ø  Se debe caminar como UNO SOLO y no de forma individual, personalista, imponiendo el poder sobre otros. Todo esto es pasajero y se lo lleva el viento, lo que permanece es el AYLLU (la comunidad) ya que TODOS NOS DEBEMOS A TODOS, este es el AYNI. Nadie es por sí mismo, sino por el otro (identidad).
Ø  El ayni[5] es ser hermanos, nunca acaba, siempre empieza porque todos nos necesitamos, todos estamos en lo mismo, por eso se debe ser HUMILDES.

Ø  Se debe decir siempre la verdad, mostrarnos como somos y estar felices de ser hijos de estas tierras y de la Pachamama.

Ø  Se debe velar por TODOS, tener ese sentimiento hasta por los invasores que se empeñan en destruirlo.

Ø  Se debe akullicar[6] con fe y no criticar a nadie porque la Inalmama escucha.

Ø  No se debe sentir rabia por nadie.

Ø  Se debe hacer cumplir el código ama sua, ama llulla, ama kella  (no ser flojo, mentiroso o ladrón). Ese es q´ara (abusador) “El daño no se lo haces al otro, sino a ti mismo porque no olvides que todo retorna” (Policarpio Flores, yatiri de Qaluyu, Tiwanaku).

3. Algunas conclusiones

  1. La condición sine qua non para el acercamiento a las culturas andinas significa la relación integral (holismo) del sujeto con la naturaleza, donde el propio sujeto/a es parte de la naturaleza, es un ser vivo más que debe estar en equilibrio con ella.

  1.  La Naturaleza constituye la expresión del Gran Espíritu como lo llaman ellos o fuente vital.

  1. De ello se puede concluir que la subjetividad, es decir el sentido que se le da a las cosas coincide con la vivencia cotidiana que se tiene en permanente relación con la naturaleza “Ser agradecidos por los frutos que nos da la madre tierra”, es decir con la objetividad: sembrar y cosechar sus propios frutos.

De lo anterior se puede incidir que:

  1. No es lo llamado indígena propiamente dicho lo diferente, sino la forma de vida, la cultura de relación con la naturaleza que hace que se tengan códigos y valores éticos de comunidad, obviamente con sus propias particularidades[7], es el ethos comunal lo que norma la vida comunal o comunitaria, lo colectivo. Por tanto, la cultura moderna occidental de “cemento”, individualista, personalista, protagonista y de angurria de poder, no estaría en correspondencia con el holismo a pesar de que las religiones e iglesias occidentales se crearon en un principio en base a estos valores de comunidad (tenemos el ejemplo del principio de la cristiandad, era la comunidad la que prevalecía, pues los mismos cristianos/as se congregaban en comunidades, actualmente existen iglesias que se llaman comunitarias pero y la vivencia cotidiana?).

  1. En esta preponderancia de la comunidad se desarrolla el sentido de hermandad, no importando las diferencias (clase, cultura, raza, etc.). Por cierto, la raza es un invento de la modernidad que cumple un rol de jerarquización, que ahora se ha dado por denominar etnia que, según Verena Stolke s/f) se trata de una forma más sutil o elegante de mantener la jerarquización, como el caso del término indígena.

  1. Las culturas ancestrales, como ya se dijo pasan por un conocimiento intuitivo directo y por tanto por el sentimiento, por escuchar la voz de lo que no se puede ver, es decir del Gran Espíritu, de lo que se denomina en occidente, conciencia. La cultura moderna occidental e incluso las iglesias institucionalizadas, lo están bajo una estructura casi estatal, por tanto de jerarquización y obviamente de poder, bajo una racionalidad positivista, habiéndose olvidado el conocimiento directo. Es “ver para creer”, y el primero fue el apóstol Santo Tomás.

  1. Entonces, la vida en comunidad, el holismo, el conocimiento directo intuitivo (sentir, pensar y actuar) acerca al sujeto/a a la fuente vital ya que la subjetividad es plenamente vivida, por tanto es objetiva.  Así, la espiritualidad se funde en la identidad, es decir en “reconocerse en…” (Cirese, 1976, citado en Giménez, 1994), en los demás, en el “otro”, y por tanto, en el origen que es como el ayni, nunca acaba,  siempre empieza porque todos nos necesitamos a todos ya que todos/as formamos parte de la creación, del Gran Espíritu.
  2.     
    BIBLIOGRAFÍA 

Andia, Elizabeth
2012                            Suma chuymampi sanaqaña (Caminar con buen corazón): Historia del Consejo de Amawt´as de Tiwanaku. Plural editores-Librería Armonía-ISEAT. La Paz.

Flores, Policarpio; Montes, Fernando; Andia, Elizabeth; Huanacuni, Fernando
2005                            El hombre que volvió a nacer: Vida, saberes y reflexiones de un amawt’a de
                                   Tiwanaku. Plural editores-Universidad de la Cordillera-Armonía. La Paz, 1999.
                                   2da. ed. PADEM-AOS-COSUDE. La Paz.

Foucault , Michel
1979                           Microfísica del poder. Ediciones de la Piqueta. Madrid.


Geertz , Clifford
1987                           La interpretación de las culturas. GEDISA. México.

Giménez, Gilberto
1994                            La teoría y el análisis de la cultura. (Problemas teóricos y metodológicos).En:
                                   Metodología y cultura. (Jorge A. González y Jesús Galindo Cáceres, coords.). 
                                   Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. México.

1996                            La identidad social o el retorno del sujeto en sociología. Instituto de
                                    Investigaciones Sociales de la UNAM. México.

Goffman, Erving
1986                           Estigma. La identidad deteriorada. Amorrortu. Buenos Aires.

bler-Ross, Elisabeth
1981                           Living With Death & Dying. Simon & Schuster/Touchstone.

Stolcke, Verena                    
s/f                               ¿Es el sexo para el género como la raza para la etnicidad?”.
                                   Proleg Librería.  Barcelona.

Weber, Max
1964                           Economía y Sociedad. FCE. México. Volumen I.


[1] Disertación como panelista en el Encuentro de formación: Diferencias espirituales, acercamientos interculturales, espiritualidades, culturas e interculturalidad, efectuado el 9 de febrero de 2013 y organizado por el Centro Misionero Maryknoll.
[2] Vale la pena aclarar que el término indígena continúa conllevando un sentido peyorativo ya que, al igual que el término “indio” fue construido desde una visión eurocéntrica.

[3] Espíritus de los animales y objetos, y plantas respectivamente.
[4] Espíritu mediador de la coca.

[5] Reciprocidad.

[6] Masticar la coca comunicándose con su espíritu (Inalmama) para tener claridad de pensamiento.

[7] Reducir la cultura a una expresión cultural como pueden ser las danzas resulta una forma grotesca de definición del concepto de cultura. Lo importante es que una danza, en distintas culturas está relacionada con el ciclo agrícola porque se trata de un determinado ritmo que conlleva una energía particular y que coadyuva con el objetivo que se quiere lograr (sembrar, cosechar, etc.). Se trata de una relación particular de fuerzas que induce al propósito planteado.

viernes, 5 de abril de 2013

Mujeres indígenas, violencia e interculturalidad en Bolivia

 
Como antecedente de esta ley (Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia), justamente el 2011 se hizo un plan de lucha contra la violencia con incidencia en las mujeres indígenas, esto era parte de los avances dentro del Viceministerio de Igualdad de Oportunidades, y paralelamente estaba el proyecto de Ley Integral para las Mujeres. Este proyecto de ley se entregó al vicepresidente a fines de 2011, pero no se hizo nada, además no se le dio la debida importancia. A partir de los últimos sucesos (feminicidio de la periodista Hanalí Huaycho) es que se le da visibilidad a esta problemática en la Asamblea Legislativa  para la aprobación de dicha ley.

Respecto a que si esta ley da beneficios o no a las mujeres indígenas, no quisiera dar una connotación negativa porque creo que la promulgación en sí de esta ley, ya es un gran avance, sin embargo es posible que no se la cumpla a cabalidad, por múltiples factores.

Por ejemplo cuando se dice “tomar en cuenta la cultura y orígenes de las mujeres  para adoptar implementar y aplicar  mecanismos apropiados para resguardar sus derechos”, en este artículo la observación es que, en  las culturas diversas (Chaco, Amazonía, Altiplano y Valles) la relación varón – mujer igualmente está estructurada desde una visión patriarcal, entonces ¿Cómo se va a proteger a las mujeres si, precisamente las culturas en sí, con diferentes particularidades, son machistas?

Por otro lado debería haber una efectiva coordinación y protección entre la justicia indígena y la justicia ordinaria, en algunos casos sí se da, pero cundo se llegan a extremos, se puede decir que aún hay un vacío de entendimiento entre ambas justicias.

A la hora de analizar el aspecto cultural, hay que ser bastante sutiles, porque la concepción de los varones hacia las mujeres se da en sentido de propiedad, como un objeto, en otras palabras cosificándola. Esta forma de relacionamiento, lamentablemente esta institucionalizada a través de los mitos y las religiones en distintas culturas. Obviamente las culturas originarias no se salvan de este mal.

Por otra parte si la mayor parte de las autoridades originarias son hombres, es cierto que hay municipios en los que se está dando cada vez mayor participación de mujeres, sin embargo esto no es ninguna garantía como para que las mujeres puedan incluir en la visión de las autoridades la necesidad de que exista mayor protección hacia las mujeres, porque precisamente la concepción de propiedad (de la mujer respecto al varón) está naturalizada, y lamentablemente estas prácticas culturales machistas están siendo replicadas por las mismas mujeres al interior de sus familias.

Por ejemplo entre los quechuas es natural el ejercicio de violencia en la pareja, se considera una forma de expresar sus sentimientos “nos amaremos, nos pegaremos…”, por eso pienso que no podemos ver la cultura como algo puro, a la hora de hablar del tema intercultural también deberíamos analizar la idiosincrasia de nuestros pueblos, que se refiere a la forma de ver, vivir y sentir en lo cotidiano, sus raíces propias, pero también con el colonialismo se instituye una nueva forma de ser. En nuestra población, tanto en hombres como en mujeres es donde se naturaliza precisamente esta costumbre de ver a las mujeres como propiedad del varón, no solamente en cuanto a sus cuerpos, sino en cuanto a su identidad, a sus espíritus, en síntesis en cuanto a todo su ser. Por lo tanto este problema va mucho más allá de lo cultural por eso hacemos hincapié no solo en la cultura sino en la idiosincrasia de nuestra población.

Entonces, cuando hablamos de feminicidio, hay que hacer la diferenciación de que no se trata solamente de asesinato a mujeres, al hablar de feminicidio estamos hablando de una relación con connotación sexual y/o sentimental en la que se da por sentada esta relación de propiedad del varón, no solo respecto a su cuerpo sino al ser integral de la mujer (incluyendo niñas y niños), se trata de una consumación de la dominación, el uso y abuso del poder que pasa por lo ideológico, por la naturalización, totalmente instituido en los mitos y la religiosidad de nuestras culturas. Se podría decir que se convierte en un acto ritual. Es una relación extrema de desigualdad entre victimador y víctima. En este sentido y de acuerdo a la opinión expresada por la diputada Rebeca Delgado, un artículo crítico de la nueva ley promulgada es el referido a la posibilidad de conciliación. ¿Cómo se puede pensar en una conciliación entre víctima y victimador? Esta es una paradoja.

Así, a la hora de proteger a las mujeres, aparte de deconstruir estos patrones culturales naturalizados, también se debe deconstruir en las propias mujeres, este sentido de posesión – pertenencia.  No es fácil, pero si las mujeres no toman conciencia de su propia situación de propiedad frente al varón, sobre todo en lo simbólico, es muy difícil que haya una deconstrucción y por tanto, de prevención, que debe empezar por las propias mujeres. Si las mujeres seguimos reproduciendo esta concepción de pertenencia de la mujer al varón y a la familia (en la propia familia, en la educación, en las iglesias, en los juzgados, etc.) la situación de desigualdad y de violencia que sufre la mujer poco o nada va a cambiar sólo por el pronunciamiento de una ley.

El Plan de Lucha Contra la Violencia con Incidencia en las Mujeres Indígenas pone especial énfasis en la prevención, porque como se sabe varios gobiernos han trabajado el tema de la atención, con los SLIMs, la Brigadas de Protección a la Familia, Defensorías de la Mujer, etc., parecería que se debe llegar al asesinato o el feminicidio para la denuncia, pero vemos que cuando se denuncia maltrato prácticamente las instancias llamadas a brindar protección, a una no le hacen caso. En este plan se proponía hacer mucho énfasis en la prevención, en lo cotidiano, desde deconstruir letras de canciones nacionales en las que se sigue reproduciendo aspectos culturales machistas, denigrando a las mujeres, eso lamentablemente seguimos viendo como cultura, pero como una cultura folclórica, entonces la educación despatriarcalizadora debe empezar desde la casa, la comunidad, el barrio, la escuela, etc.

Por tanto no es suficiente una ley, hay que trabajar en políticas públicas, en construcción, recuperación, resignificación y formación de nuevos códigos morales, acordes al respeto de los derechos humanos, al margen de las diferentes culturas. Y esta tarea es día a día.

Se han hecho varios intentos de difusión de derechos, de información, se debería implementar una buen practica que se realiza en Perú, las famosas rondas nocturnas en las comunidades, donde los vecinos son quienes realizan el control social, si algo sale del orden establecido todos los vecinos o comunarios denuncian, pero si en las instancias pertinentes, como la policía o los SLIMs no van a hacerles caso, puede que se llegue a que las comunidades hagan justicia por propia mano. Entonces, reitero, debe haber una coordinación entre la comunidad (incluyendo su sistema de justicia) y las instancias estatales.

Otro factor importantísimo es la inversión de más recursos económicos, para trabajar en prevención y en la propia atención, y no tener que llegar a situaciones extremas como el feminicidio. Deberían existir personeros de la propia comunidad o barrio para atender constantemente estos asuntos, ellos o ellas mismas ser los facilitadores, ser parte de la justicia indígena en las comunidades y trabajar en coordinación con la justicia ordinaria, pues muchas de estas comunidades están tan alejadas de los centros urbanos que se siente fuertemente la ausencia de Estado.

Como dije anteriormente, las instancias del Estado tendrían que ser parte de las autoridades de la comunidad o por lo menos coordinar estrechamente con ellas, pero generalmente, en muchos casos, estas autoridades ven como algo foráneo, algo ajeno, como una intromisión de las autoridades del Estado. Se debería explicar que no se va a avasallar ningún derecho ni entrometerse en las particularidades propias de su cultura,  se debería trabajar en una aceptación de la comunidad de la necesidad de una lucha conjunta para erradicar la violencia. En ello se deberían invertir recursos.

Por otra parte, cuando estos personeros del Estado no están formados y concientizados de la importancia de luchar contra el sistema patriarcal y por ende contra la violencia de género, pues si no tiene una conciencia de toda esta temática en su propia vivencia cotidiana (por ejemplo la policía) cómo es posible prevenir y sobre todo formar a las comunidades indígenas?, por lo tanto el Estado debería invertir en la formación de estos personeros. Una educación de lo simple a lo más complejo, una capacitación y sobre todo, deconstrucción de estereotipos a los personeros en base a su propio entorno.

Pero analizando toda la estructura estatal, vemos que no existe un compromiso o una voluntad política clara para dar solución a estos temas. Existe un rechazo o una omisión, no se reconoce que vivimos en una sociedad patriarcal, para el Estado sí es necesario descolonizar pero no trabajan el tema de la despatriarcalización ya que ellos y ellas mismas están inmersas en esta sociedad de ejercicio de poder patriarcal. El Estado, en esencia ya es patriarcal.

Finalmente, la violencia de género no solo es un tema del Estado, sino de toda la sociedad, no damos importancia a lo que pueden ocasionar las desigualdades y las inequidades de género. Somos una sociedad bastante patriarcal y machista, es un tema cultural, ideológico y político, pero sobre todo de un uso y abuso de poder. Ha habido y hay mujeres muy valiosas que trabajan en el Estado pero a la hora de defender las desigualdades que se generan muchas veces dentro del aparato estatal, no se hace mucho, eso demuestra que hay un ejercicio de poder de parte del varón al interior del propio Estado, acompañado de las propias mujeres que apoyan esta actitud, y que se  traduce, en última instancia, en el dominio de la ideología del partido político.

Las mujeres tenemos que ser valientes y honestas con nostras mismas, preguntarnos hasta que punto nostras estamos reproduciendo este esquema patriarcal donde nosotras mismas nos dejamos tratar como objeto. Muchas veces vivimos una relación de codependencia, no solo respecto al varón sino respecto a los hijos/as, pero en especial a  los hijos varones, reproduciendo así, el sistema patriarcal. Deberíamos reconocernos como sujetas para hacer nuestra propia deconstrucción de estereotipos. Si bien el varón ejerce el dominio, las mujeres somos funcionales a este dominio al aceptar ser  cosificadas. Si no nos valoramos va a ser difícil que se puedan hacer políticas y educar al respecto, ¿Cómo educar en algo que no creemos?

En este marco, de falta de concienciación en la deconstrucción de patrones culturales, de prevención, de voluntad política y de recursos económicos ¿a que avances efectivos se podría llegar sólo con la promulgación de una ley?